En Anteros encontrarán tres variedades de estos platos dedicados al Dios del Amor recíproco. Para comer mirándose a los ojos, pero con cada uno de los sentidos, con ingredientes como los espárragos que estimulan la libido y a la vez proporcionan un alto nivel energético, y los frutos secos que mitológicamente surgen de la entraña de una diosa y, según dicen, no hay nada mejor para el amor.
· Flechas de Cupido: un carcaj de masa crocante que contiene unos intensos espárragos y desborda de una indecente salsa de frutos rojos.
· Carne de Amaltea: el arroz, símbolo de la fertilidad, mantiene en alto una pechuga de pollo, bañados por una excitante salsa de frutos secos, jengibre, banana y chocolate.
· Jôga en el altar: la sencillez de los crêpes rellenos de jamón crudo, carne de los dioses, aliándose a una exquisita crema de miel, mostaza y almendras.
El postre, para esperar aún un poco más..
· Néctar de Venus: la energía y la calidez final en un helado de jengibre y brandy.